Elaboración de estándares de calidad asistencial
Medir la calidad asistencial significa comparar la práctica clínica
real con estándares explícitos. Desarrollar estándares
de calidad válidos requiere, entre otras cosas, conocer cada enfermedad
y lo que aporta cada tecnología. Además, los estándares
válidos en un contexto determinado podrían no serlo en otros.
Por esta razón, los estándares deben estar adaptados a las
características de cada contexto.
TAISS tiene experiencia en el desarrollo de estándares de calidad
para el manejo de diversas condiciones clínicas y para el uso de
diversas tecnologías en diversos contextos. Para ello, los estándares
desarrollados se basan en el modelo conceptual de calidad que mejor se adapte
a las características de la institución.
En líneas generales, los estándares de calidad asistencial
se agrupan en tres grandes categorías: estándares de estructura
(e.g., estructura física, formación, entrenamiento, recursos,
medios, ...); estándares de proceso (e.g., cómo hace la asistencia,
cómo la documenta, si existen protocolos, si se siguen, ...); y estándares
de resultado (e.g., complicaciones, efectividad, ...).
En muchas ocasiones, los estándares existen y sólo requieren
adaptaciones menores para que puedan ser aplicados en un contexto concreto.
En otras ocasiones, hay que crearlos.
TAISS ha desarrollado estándares de calidad para instituciones públicas
y privadas y para varias sociedades científicas. TAISS desarrolla
los estándares de manera que puedan ser aplicados de forma realista
en la organización.
Evaluación de resultados en calidad asistencial: eficacia, efectividad, calidad de vida, utilidad
La evaluación de resultados es clave en la evaluación de
la calidad asistencial.
En el contexto de la evaluación de la calidad, los resultados de
salud de una intervención pueden ser expresados de tres formas:
1) eficacia: resultado en la salud sobre la variable de interés
en condiciones experimentales, ideales o de laboratorio (e.g., en un ensayo
clínico); 2) efectividad: efecto producido en la variable en condiciones
reales (e.g., en la práctica real, cotidiana, habitual); y 3) utilidad:
cantidad y calidad de vida que un determinado procedimiento aporta a un
determinado individuo.
Cada una de las medidas de resultado tiene su aplicación en situaciones
determinadas. Por ejemplo, lo más apropiado cuando se va a empezar
el uso de un nuevo fármaco en seres humanos es un ensayo clínico
(eficacia).
Sin embargo, cuando un ensayo clínico ha demostrado que una terapia
funciona experimentalmente, entonces puede tener sentido realizar un estudio
del funcionamiento de dicha terapia en la práctica real (efectividad).
Cuando el objetivo de una intervención sea mejorar la salud de los
pacientes en un sentido amplio, se puede medir la calidad
de vida, para
lo cual existen instrumentos genéricos o específicos de enfermedad.
Si lo que se pretende es evaluar la calidad de vida ganada a lo largo del
tiempo, entonces lo más apropiado es medir la “utilidad” que
es la ganancia en calidad de vida de los pacientes durante el tiempo que
sobreviven o durante el periodo de estudio. Las medidas de calidad de vida
o de utilidad se pueden aplicar a estudios de eficacia o de efectividad.
TAISS tiene experiencia en diseños y realización de estudios
que como medidas de resultado han incluido eficacia, efectividad, calidad
de vida, y utilidad, para procedimientos diagnósticos y terapéuticos
y en el sector público y privado.
Medida de la calidad asistencial
Para mejorar la calidad, primero tiene que ser medida. En TAISS pensamos
que la calidad puede ser medida, que la calidad es muy variable, y que disponemos
de herramientas validadas para medir la calidad en numerosos procesos asistenciales.
La medida de la calidad asistencial requiere instrumentos de referencia
(estándares), instrumentos que describan la práctica clínica
real (observaciones), y elementos que comparen las observaciones con los
estándares. Los estándares pueden ser sencillos o complejos,
pero tienen que ser aplicables en la práctica y compatibles con el
tipo de calidad que se pretende evaluar.
Para los procedimientos más frecuentes de la práctica clínica,
diagnósticos o terapéuticos, TAISS dispone de estándares
o de la metodología para desarrollar estándares, que pueden
ser aplicados de forma prospectiva o retrospectiva.
Con la metodología de TAISS, no sólo se puede medir la calidad
asistencial, sino que además se pueden identificar los factores relevantes
de los que depende la calidad. Esta información es la que puede contribuir
notablemente a mejorar la calidad asistencial en una organización
determinada. Por ejemplo, puede informar sobre si la calidad (resultados)
puede mejorar más si se interviene sobre aspectos de la estructura
o del proceso.
TAISS ha realizado estudios de calidad asistencial en el ámbito
público y privado para el manejo de diversas condiciones clínicas
o uso de determinadas tecnologías médicas.
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