En el sector de la salud la utilización de paneles de expertos es
muy frecuente para el desarrollo de numerosos productos (e.g., guías
de práctica clínica, o desarrollo de estándares de
calidad, entre otros). Los paneles de expertos no son un sustituto a la
medicina basada en la evidencia. Por el contrario, los paneles de expertos
son muy útiles para aquellas situaciones en las que no existe evidencia
científica o es contradictoria.
Los paneles de expertos son muy vulnerables a los sesgos. Por lo tanto,
se deben observar una serie de requisitos, entre ellos; a) los expertos
deben ser elegidos con criterios profesionales; b) sus opiniones se deben
manejar con determinada metodología; c) se deben explorar y manejar
los conflictos de interés; d) se debe tener definido explícitamente
qué es acuerdo y qué es desacuerdo entre panelistas; y e)
se debe conocer explícitamente su papel en el proyecto.
Constitución y conducción de paneles de expertos
Si en un determinado proyecto se ha decidido que alguna de sus tareas
se desarrolle con paneles de expertos, el primer paso consiste en constituir
el panel.
Para ello, TAISS, en colaboración con la institución que
contrata el proyecto, lleva a cabo las nominaciones para formar parte del
panel. Dependiendo de los propósitos del estudio, el panel tiene
que tener varias características (e.g., multidisciplinaridad, liderazgo
de opinión, diversidad geográfica, diversidad en el nivel
asistencial, en el nivel académico, y en el género).
Como criterios individuales de selección, el más relevante
se refiere a la ausencia explícita de conflictos de interés
(TAISS dispone de un documento que incluye una lista exhaustiva de posibles
conflictos de interés). Otro de los criterios individuales de aceptación
es la disponibilidad del tiempo necesario para abordar las tareas a desarrollar.
Una vez formado el panel, tiene que acometer sus tareas. En general, las
tareas son complejas, y a veces se distribuyen entre panelistas. Lo que
va produciendo el panel tiene que ser de alta calidad, tener consistencia
interna, ser consistente con los propósitos del proyecto, y ser consistente
con la mejor evidencia científica disponible. Además, las
opiniones de cada panelista tienen que ser libres, y en muchas ocasiones
anónimas, y todo esto tiene que hacerse en los plazos previstos.
Manejar bien estas tareas no es sencillo.
TAISS ha constituido y moderado numerosos paneles de expertos en el desarrollo
de sus proyectos. Algunos paneles han ido españoles, y otros multinacionales.
Algunos han desarrollado guías de práctica clínica,
otros han desarrollado estándares de calidad, o han servido para
estructurar opiniones o percepciones.
Análisis de acuerdos y desacuerdos entre expertos
En los buenos paneles, cada panelista es libre de expresar sus opiniones,
preferencias, y argumentos, especialmente en los casos en que la evidencia
científica es escasa. Lo que acaba produciendo el panel es mejor
y más creíble si no se fuerza el consenso.
En su experiencia, TAISS, ha comprobado que en muchas ocasiones la falta
de acuerdo no es tal, sino que el supuesto desacuerdo se debe a que se han
elaborado definiciones imprecisas o ambiguas, o que el enunciado de una
recomendación se dirige a un grupo muy heterogéneo de pacientes
o de problemas. En otras ocasiones el desacuerdo es real. Pero ¿qué es
desacuerdo?
Existen varias formas de medir el grado de acuerdo entre panelistas. Por
ejemplo, si el panel vota a favor o en contra de una recomendación,
es fácil decir que hay acuerdo cuando todos votan a favor o todos
en contra. Pero si una proporción de panelistas vota a favor y otra
proporción vota en contra, hay que decidir cuándo hay acuerdo
y cuándo no. En otras ocasiones, en lugar de votar opciones, los
panelistas expresan su opiniones puntuando en una escala Likert de 5 puntos,
en la escala de RAND de nueve puntos, o en otras escalas.
Casi todas las técnicas para medir el acuerdo se basan en el grado
de dispersión que tienen los panelistas en sus puntuaciones (e.g.,
percentiles, desviación estándar, coeficiente de variación,
desviación absoluta de la mediana). No hay una técnica mejor
que otra, pero siempre hay una que resulta la más apropiada para
el tamaño de panel, el tipo de ítem, la escala de respuesta,
o los propósitos del estudio.
Además de utilizar las técnicas habituales para medir el
grado de acuerdo entre expertos, TAISS ha desarrollado metodología
propia. Entre las técnicas desarrolladas por TAISS, destaca el IPRAS
(Interpercentile Range Adjusted for Symmetry). El IPRAS ha sido aplicado
para medir el acuerdo entre panelistas en diversos proyectos de TAISS (e.g.,
estándares europeos de uso apropiado de revascularización
coronaria), y TAISS analiza con el IPRAS las puntuaciones de paneles de
otros grupos de investigación, especialmente estadounidenses.
Aplicación del método Delphi
El método Delphi fue desarrollado inicialmente por Rand Corporation
en los Estados Unidos para hacer previsiones sobre temas internacionales
y militares después de la Segunda Guerra Mundial. Pronto se empezó a
utilizar en diversas aplicaciones, como elaboración de predicciones,
establecimiento de prioridades o formulación de estrategias.
El objetivo de la técnica Delphi es mejorar los juicios y pronósticos
sobre temas en los que existe bastante incertidumbre, mediante la opinión
de expertos. Se basa en la idea de que el grado de consenso obtenido entre
un grupo de expertos que conozcan bien los temas en estudio, da una idea
muy aproximada de la dimensión real de esos temas.
La técnica Delphi ha sido utilizada en una gran variedad de estudios
relacionados con la salud, tanto para hacer predicciones, como para diseñar
estrategias o establecer prioridades.
El Delphi se lleva a cabo mediante la distribución de una serie
de cuestionarios en varias rondas a un grupo de expertos que puntúan
sus opiniones en una escala cuantitativa. En ocasiones, el primer cuestionario
se acompaña de la mejor evidencia disponible. En cada ronda, los
panelistas, reciben “retroalimentación” sobre las puntuaciones
del resto del grupo, y tienen la oportunidad de revisar y cambiar su puntuación,
si lo desean. El proceso termina cuando se considera que se ha llegado a
un determinado nivel de consenso o que la información obtenida es
suficiente.
La técnica Delphi tiene la ventaja de permitir la participación
de personas de regiones geográficas distantes y evita que el grupo
sea dominado por individuos con personalidades particularmente fuertes o
influyentes.
TAISS ha desarrollado numerosos proyectos en los que ha aplicado el método
Delphi, tanto en proyectos nacionales como internacionales, y tanto para
aplicaciones clínicas, como estratégicas, y predictivas. Por
ejemplo, TAISS ha utilizado el método Delphi para desarrollar estándares
de uso apropiado de revascularización coronaria para cinco países
europeos, y de otros procedimientos para España. También ha
aplicado el método para conocer la situación real y la situación
deseable de determinadas especialidades médicas, o las actitudes
de determinados colectivos ante determinados problemas.
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